Estocolmo, paraíso de museos

En Suecia, los museos no son nada tediosos ni monótonos. El Museo Nobel, por ejemplo, es pequeño pero cuenta con elementos de alta tecnología realmente sorprendentes. El Museo de Arte Moderno no solo exhibe obras de Bacon y Warhol sino también atrevidas muestras de videoarte. El Museo Vasa emplea técnicas modernas para reflejar cómo era la vida en un barco vikingo medieval. Resumen de los tres principales museos de Estocolmo.

Arte Y Cultura
Museo de Arte Moderno

Museo de Arte Moderno

Bacon y Warhol en un espacio moderno

En el Moderna Museet, el Museo de Arte Moderno de Estocolmo, maravillosamente renovado por el arquitecto español Rafael Moneo, podrá disfrutar de una de las colecciones de arte del siglo XX más prestigiosas del mundo, con obras de Picasso, Dalí, Bacon y Warhol. Además, el museo exhibe atrevidas muestras de videoarte, cine, danzas y música, y cuenta con una original cafetería, un restaurante y una tienda con multitud de artículos. La entrada cuesta 13,50 € y parte del museo puede visitarse gratuitamente los viernes de 18:00 a 20:00 horas.

Museo Nobel en Stortorget

Museo Nobel en Stortorget

Museo Nobel: alta tecnología fascinante

El invento más famoso de Alfred Nobel (la dinamita) se expone en una vitrina con una bonita iluminación. En este museo también se rinde homenaje a Einstein, Röntgen y a otros 874 ganadores del premio Nobel: sus retratos – acompañados por textos y explicaciones – se van moviendo por encima de los visitantes mediante un sistema de raíles. También hay vídeos biográficos sobre los ganadores y el museo online incluye una enciclopedia móvil completa de los Nobel y varias instalaciones interactivas. Tómese un descanso en la cafetería del museo y disfrute de las impresiones de este lugar.

El Vasa: el buque de guerra más grande de su tiempo

El Vasa: el buque de guerra más grande de su tiempo

El Titanic de los vikingos

El Vasa fue el buque de guerra más grande, poderoso y llamativo del mundo, pero se hundió bajo el peso del armamento que transportaba durante su primer viaje en 1628, a los pocos minutos de zarpar. El buque permaneció bajo las aguas durante más de tres siglos. Cuando fue subido a la superficie hace cincuenta años, se descubrió que se había conservado prácticamente intacto. La recuperación del buque fue una monstruosa operación que duró dos años y se convirtió en un gran circo mediático. Este buque gigantesco es una visita imprescindible en Estocolmo.

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