Büyükada: un viaje en el tiempo
Le llevará una tarde nada más recorrer Büyükada, la mayor isla de este archipiélago. Es muy conocida por su vegetación y sus playas. Resulta muy fácil orientarse: tan solo tiene un monasterio antiguo, una plaza y una calle comercial. También dispone de una gran variedad de patios y restaurantes encantadores. Si quiere pasar allí la noche, reserve una habitación en el nostálgico Splendid Palas Hotel y déjese envolver por un ambiente centenario e histórico. Esta residencia blanca de estilo art-nouveau, con preciosos balcones y contraventanas rojas, tiene unas vistas increíbles del océano.
Heybeliada: belleza natural
También merece la pena visitar Heybeliada, una pequeña isla repleta de vegetación. Pasee por el bosque hasta hallar un lugar en el que disfrutar de un picnic o una playa recóndita. Después de tomar una taza de té en una de las muchas terrazas situadas en frente del mar, dé un paseo en bicicleta hasta la bahía más hermosa de la isla, en la parte sur. También le recomendamos dar una vuelta de una hora en un coche de caballos o bordear la isla en barco. Prolongue un poco más esa sensación de paz y tranquilidad reservando una noche en el pequeño hotel de lujo Halki Palas.
Sedef Adasi: un paraíso minúsculo
Sedef Adasi, también llamada Isla Madreperla, es la más pequeña de todas las islas deshabitadas. Propiedad privada de un turco millonario, la isla dispone de algunas casas y de residencias de vacaciones. El ferry solo atraca aquí en temporada alta, aunque siempre podrá alquilar un barco privado para visitarla fuera de temporada. Le recomendamos llevar una cesta repleta de comida y una botella de vino para disfrutar de una deliciosa tarde en una playa espléndida.